sábado, 25 de diciembre de 2010

Feliz Pascua de Navidad 2010 desde el calorcito de mi corazón.




Ara que la nit sa fet mes llarga
Ara que les fulles ballen dances al raco
Ara que els carrers estan de festa
Avui que la fred du tants records

Ara que sobren les paraules
Ara que el vent bufa tan fort
Avui que no fa falta veuret ni tan sols parlar
per saber que estas al meu costat.

Es nadal al meu cor
quan somrius content de veurem
quan la nit es fa mes freda
quan t'abraçes el meu cos
I les llums de colors
m'iluminen nit i dia
les encens amb el somriure
quan em parles am el cor

Es el buit que deixes quan t'aixecas
Es el buit que es fa a casa quan no hi ha ningu
son petits detalls tot el que em qeda
Com queda al jersei un cabell llarg.

Vas dir que mai mes tornaries
El tems pacient ha anat passant
Qui havia de dir que avui estaries esperant
que ens trobessim junts al teu costat.

Es nadal al teu cor
quan somric content de veure't
Quan la nit es fa mes neta
quan m'abraço al teu cos
i les llums de colors
m'iluminen nit i dia
les encen el teu somriure
quan et parlo am el cor.
Josep Thió

jueves, 25 de noviembre de 2010

El otoño


LAS HOJAS DEL AUSENTE

¿Qué miran tus labios silenciosos?
Un beso amarillo abraza detrás de ti el jardín
Los muertos buscan sus heridas
¿Qué miran tus labios silenciosos?
Un beso amarillo cierra detrás de ti el jardín.
Los muertos te susurran sus edades y se enfrían.

Una ventana en tu carne se abre y se cierra
Una ventana que no te ve
¡Qué pesada es tu ausencia!
¿Quién respira toda la noche sobre mi cabeza y no le respondo?
¡Qué pesada es tu ausencia!
¿Quién respira toda la noche sobre mi cabeza para que no le responda?

El niño se mira en el espejo de sus lágrimas
Con los ojos cuenta sus dedos
Y cada vez que cuenta sus dedos, sus ojos lloran
Y en sus lágrimas se reflejan. De su cabeza una naranja rueda hacia su voz pero no la oigo.
De su rostro un pájaro salta y cae muerto en mis ojos.

Voy desde el alba. Ningún rostro se despierta bajo mis pasos.
Desde el alba voy. ¿Cómo es que el deseo que nombro no se despierta? ¿Cómo es que no se abre el deseo de ignorar este cuerpo que no conozco? ¿Cómo no hacer resurgir este deseo?
Voy desde el alba. Y mis pasos que resuenan no señalan ninguna presencia.

PAUL SHAUL
(1942)

sábado, 30 de octubre de 2010

El agua






Cuando era pequeño tenia un don, que ni siquiera sabía que era don y que lo tenía, podía ver cosas a través del agua, cosas del futuro, imágenes, gentes, tiempos y secuencias que estaban por venir; hablaba de ello y mi madre me prohibió hacerlo, saber el mañana solo podría traer problemas, instaló el miedo en mí y, cuando en la noche el agua venía a mi sueño cargada de futuro, rezaba sin descanso para que el por venir se marchara dejándome indemne.
El tiempo pasó y el futuro se hizo ahora, el presente se encargó de hacer al hombre solo más sereno, más maduro, más solitario y más exigente consigo y el mundo. Las horas de risas se hicieron menos, las de llanto aumentaron, las pérdidas se dignaron hacerse presentes y las traiciones, abandonos, soledades, desengaños... formaron parte de la guarida del hombre solo junto a las alegrías, los reencuentros, lo nuevo y los proyectos; la vida se hizo presente en un hombre que tuvo que vivirla solo y en ello está.
El hombre vió pasar estaciones, los árboles crecer, sus jazminez dar fruto y cada otoño plantar jacintos en su ventana para olerlos en Marzo, la rutina se hizo común a la vida del hombre solo y éste se negó a que así fuera. Luchó con todas sus fuerzas teniendo siempre proyectos nuevos, andares por lugares y gentes, abriendo las puertas de su casa a lo nuevo y al amigo viejo, dejando que el perdón pusiera cosas en su sitio.
Mañana subo a Jaén, a celebrar el cumpleaños de un niño, a mirar las risas jugando en el campo y romper piñatas repletas de caramelos, a comer bizcocho y a sentirme rodeado del cariño de muchos, de la ternura que habita en mi familia escogida, en los amigos sinceros y perennes, los que perdonan y piden perdón, a beber vino de pasas y a contar historias de todos para sentirnos más unidos, más queridos, más conocidos.
Una tierra que recuerdo y quiero, a la que regreso siempre y donde no nací, me nacieron por segunda vez.
Se acerca el invierno y prepara el otoño maduro, repleto de proyectos, de horas de estudio en la casa solitaria, dejando que la lluvia se acerque a mi ventana y saliendo, de tanto en tanto, a buscar el viento y jugar con él dejándole mecer mi cometa. Quiero oler pronto las hojas del jardín botánico, quiero sentirme nublado entre grises algodones del cielo malagueño, quiero llorar a solas entre palmeras enanas y cascadas verdes del romántico jardín; se acercan días de celebraciones, de recuerdos, de aniversarios que cumplen quienes ya no están, de miedos que se fueron y gentes vivas, como alguien querido me dijo alguna vez, siempre en mi recuero.
Mañana subo a Jaén, a mirar el castillo y comer aceite, a beber vino de Frailes y a caminar por calles de piedra e historia.
Otoño, plantones en macetas que esperan nacer a la vida en unos meses, me afano plantando proyectos, de vida, de gentes, de casa... y mientras tanto sigo metido en el agua de tanto en tanto, nadando entre agua azul y dejando que el silencio me lleve a imágenes del futuro que ya no me dan miedo, a las que no alejo rezando.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Fin del verano


Acaban días de un verano caluroso pero fresquito en el corazón. Tuve tiempo de reir, emocionarme, sentirme vivo, muy vivo, mirar la sonrisa de seres queridos y hacerme el serio cuando tocaba regañar, mirar por la venta y ver como los días de cariño pasaban por la calle, subian por la terraza y se quedaban en casa, como los jazmines y su olor, como la luz de la luna llena que sorprende en los montes de Málaga, mirando el cielo y sus estrellas, adivinando la oscuridad de un mar cercano que se huele, viviendo el fresquito venido a los lagares cercanos y contando historias de moros, familias extrañas y tiempos de otras gentes que pasaron dejando recuerdo.
Hubo un tiempo en que recibí clases de no confiar en la gente, muchos se afanaron en ello, darme lecciones era su tarea al pasar por mi casa, al meterse en mi vida y querer romper el cachito de corazón vivo que dejó la fría de la guadaña el día que se llevó la mitad de mi alma con ella, en aquellos tiempos en que la droga servía para mitigar el dolor que las leyes no dejaban eliminar con morfina y el cáncer se empeñaba en machacar a quien se amaba; un tiempo en que las nuevas personas vestidas de fiesta, de risas, de cariño, de verdad y que extendian la mano... esa mano que se desvanecía igual que los vestidos de mentira... querían darme lecciones de desconfianza, tuve suerte, suspendí.
En las noches tristes del hombre solo salían fantasmas que avisaban del cuidado con la dulzura de las cosas por miedo a acostumbrarse, de nada sirvió, el hombre se acostumbró a ello y busca diariamente, negándose a creer que el mundo miente, que la gente es mala y creyendo en el hombre, el otro hombre que pasa por la ventana y llama al cristal, que no olvida el número de teléfono, que piensa y siente perder el tiempo sin acercar la mano a una mano amiga.
Viene el otoño, la brisa marina es más fresca, los jazmines no dejan de salir y crecer, su olor impregna el salón y la terraza sigue verde de vida, un nuevo quinqué envuelve las paredes de sombras, las letras del libro se hacen más amigas e íntimas, el agua de la fuente feng shui se deja oir en su caer rutinario, las hojas en el jardín de la Concepción se tornan ocres y los nenúfares se abren antes impregnando el paseo de un hombre solo entre el romanticismo que le acompaña eternamente. Es la vida que renace, en otoño también, como hace el hombre solo desde el tiempo en la fría de la guadaña se llevó su mitad de alma, renace cada día, revive y resucita levantando la mano hacia el cielo, buscando tocarlo, en el amor, en el sexo, en el tiempo, en el cariño, en la familia encontrada, en la ventana que le deja mirar y en este fresquito de otoño cercano que se adivina y agradece.
Es la vida que rezuma chorros de alegría por las paredes llenas de sombras de quinqué nuevo, azul, de letras adivinadas entre luces tenues, de músicas que suben el alma del hombre al cielo... allá donde tiene la mano y el alma.







MACACO : Con la mano levantá

Con la mano levantá,

al pasado le digo adiós
y el futuro que vendrá
dicen que pende de un hilo.
Y el presente aquí contigo,
mano a mano, oye mi hermano
disfrutar camino (bis).
Con la mano levantá...
De puntillas pa tocar,
voy subiendo un escalón,
escribiendo otra canción de escaleras al cielo,
busco un sitio pa saltar que me de alas pa volar,
realidad a ras de suelo.
Con las manos levantás,
no nos vieron al pasar,
cuantas manos hay que alzar
para que escuchen de nuevo,
tu arma la imaginación,
tu escudo no protection,
intuyendo el movimiento.
Con la mano levantá...
tocaré...voy tocando el cielo....
Salté la valla,
corrí mil batallas,
pero aquí estoy de nuevo.
Perdí el aliento,
pero no me siento,
busco carrerilla,
pa saltar, pa saltar, pa saltar, pa saltar.
Con la mano levantá...

sábado, 14 de agosto de 2010

Buena Vista Social Club

DE CAMINO A LA VEREDA

¡Oígame compay! No deje el camino por
coger la vereda.
Usted por enamorado
Tan viejo y con poco brillo
Usted por enamorado
Tan viejo y con poco brillo
El pollo que tiene al lado
Le ha hecho perder el trillo
¡Oígame compay! No deje el camino por
coger la vereda.
Ay, pero como soy tan sencillo
Pongo en claro esta trovada
Yo como soy tan sencillo
Pongo en claro esta trovada
Compay, yo no dejo el trillo
Para meterme en cañada.
¡Oígame compay! No deje el camino por
coger la vereda.
Ay, pero estabamo' comentando
Por qué ha abandonado a Andrea
Estabamo' comentado
Por qué ha abandonado a Andrea
Compadre uste' 'ta cambiando
¡Oígame compay! No deje el camino por
coger la vereda.
Pero mire compadrito, uste' ha dejao' a la
pobre Geraldina para meterse con Dorotea.
No hables de tu marido mujer. Mujer de
malos sentimientos,
Todo se te ha vuelto un cuento
Porque no ha llegado la hora fatal.
¡Oígame compay! No deje el camino por
coger la vereda.
Ay ay ay ay, canta y no llore' Eliade'
Porque cantando se alegran cielito lindo
los corazones.
No hables de tu marido mujer.
Mujer de malos sentimientos,
Todo se te ha vuelto un cuento
Porque no ha llegado la hora fatal.
Ay, húyanle, húyanle, húyanle al mayoral.
Pero este señor está en el paso
Y no me deja pasar.
A la man... a la man... a la mancunchévere,
camina como chévere ha matao su
madre, mamá.






FIDELIDAD

Que terrible vivir una vida de fidelidad
y esperar el regreso de aquello que no ha de volver
contemplando la barca que llega y luego se va
como una sombra tras un cuerpo de mujer.

Todos vieron amores que alegran su vista al volver
golondrinas viajeras que vuelven de nuevo a su hogar,
pero yo como un alma fatal
contemplando la noche y el mar
solo se que jamás volverá
mi mujer ideal.


miércoles, 11 de agosto de 2010





Que el viento sople a tu favor
MAGO DE OZ

Arriad velas,
derecho el timón,
por horizonte la mar.

Nuestro destino
la gloria, mi amor,
y tu cama mi hogar.

Somos ladrones de corazones
por oficio saquear
toda ciudad del puerto que hay en tu mirar

Ábrete a mí,
"mi sable" se quiere dormir.

Y naufragar de pasión
en el mar que hay en ti.

Vente con nosotros
y no mires atrás,
estamos juntos hasta el fin.

Somos lo que hacemos,
no pidas perdón.
Que el viento sople a tu favor.

Llevamos parches en el corazón,
puñaladas por vivir.
Nuestros cañones
son una canción para ti.

Ábrete mi amor
y dame lo mejor de ti
la vela izarás
del "palo mayor" que hay en mí.

Vente con nosotros
y no mires atrás,
estamos juntos hasta el fin.

Somos lo que hacemos,
no pidas perdón.
Que el viento sople a tu favor.

Somos de la piel del diablo,
el horror
y de esqueleto fue mi amor
que te sea propicio
la suerte y el amor,
que el viento sople a tu favor.

Una calavera y una maldición,
la taberna del dolor.
La muerte te da un beso
si no te ves capaz
de beber y de luchar.

Vente con nosotros
y no mires atrás,
estamos juntos hasta el fin.

Somos lo que hacemos,
no pidas perdón.
Que el viento sople a tu favor.

Somos de la piel del diablo,
el horror
y de esqueleto fue mi amor
que te sea propicio
la suerte y el amor,
que el viento sople a tu favor.

lunes, 9 de agosto de 2010

Bobby Darin - Simple Song of Freedom

Me encanta esta canción, hoy, mirando una película la recordé de nuevo, me trajo a la memoria momentos inolvidables; fabulosa en la voz de Bobby Darin pero me emociona aún más esta versión de Tim Hardin... un gusto para la libertad¡¡






Come and sing a simple song of freedom
Sing it like you've never sung before
Let it fill the air
Tell the people everywhere
We, the people here, don't want a war.
Hey, there, mister black man, can you hear me?
I don't want your diamonds or your game
I just want to be someone known to you as me
And I will bet my life you want the same.
Come and sing a simple song of freedom
Sing it like you've never sung before
Let it fill the air
Tell the people everywhere
We, the people here, don't want a war.
Seven hundred million are ya list'nin'?
Most of what you read is made of lies
But, speakin' one to one ain't it everybody's sun
To wake to in the mornin' when we rise?
Come and sing a simple song of freedom
Sing it like you've never sung before
Let it fill the air
Tell the people everywhere
We, the people here, don't want a war.
Brother Solzhenitsyn, are you busy?
If not, won't you drop this friend a line
Tell me if the man who is plowin' up your land
Has got the war machine upon his mind?
Come and sing a simple song of freedom
Sing it like you've never sung before
Let it fill the air
Tell the people everywhere
We, the people here, don't want a war.
Now, no doubt some folks enjoy doin' battle
Like presidents, prime ministers and kings
So, let's all build them shelves
Where they can fight among themselves
Leave the people be who love to sing.
Come and sing a simple song of freedom
Sing it like you've never sung before
Let it fill the air
Tell the people everywhere
We, the people here, don't want a war.
I say ... let it fill the air ...
Tellin' people everywhere ...
We, the people here, don't want a war.



Ven a cantar una canción simple de la libertad
Canta bien como nunca has cantado antes
Dejando que se llene el aire
Dile a la gente en todas partes
Nosotros, la gente de aquí, no quieren una guerra

Hola, señor Negro hombre ¿me oyes?
No quiero que tus diamantes o su juego
Yo quiero ser alguien conocido por usted como yo
y yo apuesto mi vida que desea lo mismo

Ven a cantar una canción simple de la libertad
Canta bien como nunca has cantado antes
Dejando que se llene el aire
Dile a la gente en todas partes
Nosotros, la gente de aquí, no quieren una guerra

Setecientos millones se alistó
La mayor parte de lo que lees, la mayor parte de lo que lee, se hace de la mentira
Pero hablando uno a uno, no es el sol de todo el mundo
Para despertar en la mañana cuando nos levantamos?

Ven a cantar una canción simple de la libertad
Canta bien como nunca has cantado, cantado nunca, antes de
Dejando que se llene el aire
Dile a la gente en todas partes
Nosotros, la gente de aquí, no quieren una guerra

Sin duda, algunas personas disfrutan haciendo batalla
Al igual que presidentes, primeros ministros y reyes
Así que vamos a construir todos los estantes para que puedan combatir entre sí
y nos dejan ser aquellos que quieran cantar

Ven a cantar una canción simple de la libertad
Canta bien como nunca lo has, nunca, antes de cantar
Dejando que se llene el aire
Dile a la gente en todas partes
Nosotros, la gente de aquí, no quieren una guerra

Ven a cantar una canción simple de la libertad
Canta bien como nunca lo has, nunca, antes de cantar
Hablando uno-un
¿No es don todo el mundo
Para despertar en la mañana cuando nos levantamos
Hablando uno-un
¿No es don todo el mundo
Para despertar en la mañana cuando nos levantamos

domingo, 8 de agosto de 2010

sábado, 7 de agosto de 2010

A Fabi



Al abrir la ventana que da del salón a la terraza, tras unos días cerrada y solo entreabierta en las noches de Julio, fresquitas en la costa y, aunque llenas de ruidos en esta ciudad que parece no dormir nunca y vive de gritos, entra sin ser invitado el perfume de los jazmines nuevos, se toma la libertad de ser dueño y señor de la casa impregnando el salón y ganando la batalla a los pocos mosquitos que pudiera haber en las cercanías.
Días nuevos que llenan el alma cansada de un hombre cansado y dolorido por los últimos acontecimientos vividos, el esfuerzo puesto en un maridaje de amistad truncada por el luto voluntario impuesto por quien se fué, unas manos libres que decidieron desatarse de la vida y salir volando por una ventana... o llenar las venas de paz ficticia que deja llanto alrededor.
Se impone tomar vacaciones y salir del encierro laboral, de la pesadez matutina y de los horarios estrictos, la gente incauta y aquellos intransigentes que eligen el daño gratuito al mundo que les rodea. Un tiempo de paz que llega con risas buenas, amigos sinceros y fieles que te quieren como eres, abrazos pedidos y pendientes de hace tiempo y dispuestos a ser entregados, dejándose acurrucar en el perdón, en la mirada dulce, en pasar página a un pasado y mirar un mañana más cercano y sincero.
La noche llegó ayer con la mirada posada en la bahía malagueña, entre gritos y canciones en directo, entre pizzas italianas y delicias heladas de naranja y chocolate, ilidio perfecto de sabores, amores, caricias, sonrisas y el mar, siempre el mar en el fondo, ante una ciudad que se abre y entrega en la noche y hace florecer miles de luces que estrellan el horizonte, fuegos artificiales en alguna fiesta lejana, encuentros inesperados y sorpresivos que se agradece y el olor jazminez perenne en el alfiler que el hombre solo lleva en su pecho, recuerdo de la infancia y memoria de mujeres queridas que forman parte de su historia, aquellas que le parieron y le hicieron sibarita del tiempo que vive, del hoy y el mañana próximo, lo que cuenta y entre los que cuentan y quieren contar.
Citas futuras en estos días de vacaciones tomados en Agosto, todo el "ferragosto" que un hombre solo decide tomarse por fin, rompiendo la tradición y dispuesto a fundirse en las tostadas de la mañana, repletas de kefir enriquecido con mermelada de limón, de zanahoria, de naranja amarga... dulces glorias elaboradas por los monjes cistercienses de Santa Mª de la huerta; o miel de azahar de los montes cordobeses de hornachuelos, sacados a la tierra entre alcornoques y rezos de otros hermanos de Dios, esos que el hombre solo visita buscando el silencio, la paz y el cariño respetuoso en Santa Mª de las Escalonias.
La semana se promete entre olores y flores de un jardín histórico botánico que le espera con los brazos abiertos, con cita en la mañana del lunes, no quiere el hombre alargar más la agenda, no lo permite y solo va de dos en dos días, las vacaciones son eso, tiempo sin tiempo... cita en el café de Bruselas, en la mañana de la plaza de la Merced, al frescor de un zumo de melón, o quizás de hierbabuena y limón, junto a la amiga escritora que contará bellezas de su corazón y repasará junto al hombre solo los últimos saltos del corazón en este verano.
Días a la espera de que la casa se llene de risas, de pañales, de carreras y saltos del ciclón Hugo, entre playas y arena, embarcado y sobre la tabla de surf, comiendo "pescaíto" junto al mar en la noche y encendiendo antorchas al lado del mar mientras se asan las carnes que el cariño hace compartir entre amigos.
La paz se nota en la casa, el olor a jazmin contribuye a mirar el tiempo de otra manera, la vela de naranja y canela, el libro de Steinbeck hace pasar las horas de un sábado dulce, con sabor a limón turco, pleno de serenidad, eso que hace mucho el atrapó y ya se niega dejar escapar.
Bienvenido el verano, bienllegado el abrazo amigo, amada la risa y deseado el sopor de un verano al fresco de Levante, junto a la imaginacion espléndida de Isham.



lunes, 21 de junio de 2010




Una maravila de fusión, extraordinaria Yasmin Levy

domingo, 20 de junio de 2010


La mañana transcurre serena entre las sombras de los grandes árboles en el jardín botánico de la Concepción, este jardín histórico que me tiene el alma robada y me lleva a tiempos pasados de un romanticismo que aún perdura en mi alma y juega a fundirse en este regalo que hizo un enamorado a su amada, gentes pudientes que dejaron para siempre este preciado tesoro a Málaga.
Mis habituales compras en la tienda, reponer el agua de glicinia con que me gusta perfumarme, termos con motivos florales para regalo, reponer mis semilleros y darme el gustazo de un buen café acompañado de un strudel de manzana y helado, a refrescar la mañana entre las sombras, antes del paseo por el jardín; hoy más corto pues el whifi me permite traerme el trabajo pendiente aquí, entre cantos de pájaros, flores y árboles frutales, entre maravillas atesoradas desde hace siglos y cuidados por manos jóvenes que aman la naturaleza, un goce para los sentidos.
Recorro los estanques de ranas y loto, están en plena floración y me llenan la retina de rosados, amarillos, blancos puros y naranjas, inundando el ambiente de un olor fresco, a vida y a sereno, a recuerdo de tiempos infantiles donde la ropa se tendía en el patio blanco y el niño jugaba entre las mariposas blancas, ancestros de las que hoy revolotean entre mis piernas y el bastón.
Las amplias sombras dan cobijo a los visitantes, numerosos para ser domingo y gozosos de encontrarse entre esta maravilla natural, entre las cientos de especies arbóreas, plantas de hornamentación floral y limones que aún refrescan un paseo bajo el calor malagueño y la dulce brisa del día.
El alma encuentra el paso de nuevo, la semana termina bien y anticipa noches de playa y hoguera de San Juan, moraga malagueña de chorizos y brochetas, de risas y amistades, de trabajo nocturno sanando heridas de almas dolidas, de cuerpos que se dejan tocar de nuevo y de voces extrañas que no impedirán la alegría de estar juntos y bañarse esperando las siete olas, tirando lo malo, alejándolo y dejando que la magia de una noche feliz traiga lo fructífero y la seguridad en que todo puede ser mejor.
El verano se mete mañana de golpe y traerá tiempos playeros de risas de niños, de caricias de amigos y de convivencia en paz, en la frescura de mi hogar y en el tiempo sin tiempo de nuestras vidas.

sábado, 19 de junio de 2010


Noche mágica de sones traidos de Cabo Verde, en la dulce y maravillosa voz de Nancy Vieira; semana de cultura, cine, teatro, concierto en la noche del sábado y música andalusí mañana. Buenas compañías de seres queridos, de almas compartidas y de tiempos en sinceridad; encuentros que la vida pone delante y uno se agarra a ellos para vivir mejor.
Dias de lecturas y paz en compañía, ala espera de un verano caluroso y entre brisas marinas, un goce la existencia.

Salif




Cesarea Evora

martes, 15 de junio de 2010

e la nave vá¡


AMADO NERVO
En paz

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

lunes, 10 de mayo de 2010


Se acaban los días de serena estancia en mi lugar en el mundo, ese rincón con lagarto histórico que el azar me puso un día entre el camino de la vida, cuando las fuerzas se agotan y el alma partida por siempre no encuentra consuelo en su estancia y hacienda.
Días de risas, llantos, caricias, mirando la vida como crece y unos ojos despiertos como nunca ví me encuentran y buscan como portador de un biberón y regalan risa fresca y limpia. Reconociendo los celos que provoca la nueva vida en mi ciclón particular que llamo Hugo, sintiéndome hermano y "chacho" a la vez, entre la familia buena que me acogió entre los suyos y así me cuenta.
Ese rincón está junto al lagarto histórico que duerme el sueño eterno entre las calles de piedra, en el barrio antiguo y sencillo, donde encuentro el queso que me gusta, el vino que acompaña tertulias, los dulces que solo se hacen aqui y las tartas para celebrar el cumpleaños de la amistad y los tiempos que pasan por la vida de quien me quiere y quiero.
El día se presenta desapacible, nublado y lluvioso, decido ir caminando a la busqueda del autobús que ha de retornarme a mi ciudad nueva, dejando aquí otro cachito de corazón entre las piedras para asegurarme que tengo que venir a recogerlo, a ponerme en paz conmigo y la vida, a encontrar una mano que me roza y acaricia, que me entrega lo suyo y recibe lo que tengo, que me hace feliz en la sencillez y reconoce que siendo así es como se está bien.
Nunca fuí persona compleja, el hombre solo está solo por simple, aun en contra de opiniones varias, pero es así, la complejidad no forma parte de esta alma recompuesta a duras penas y que va paseandose por lugares reconocidos y vividos, que gusta de sentirse apreciado y mostrar su aprecio que, en definitiva, es simple y se entretiene entre lecturas complicadas.
Tiempos de paz del alma y de vida madura, sientiendose más viejo, más solo o con menos gente y más entero, me gusta esto, me gusta como huele Jaén, el sabor de sus cosas, el acento de sus gentes, la piedra de sus casas y el ruido mañanero con que me levantan los pájaros que esta primavera inundan la plaza del lagarto, la primera visión que reciben mis ojos al levantarme, al mirar por mi ventana y encontrar la seguridad de que me encuentro en un reino, santo o no, pero mi reino.
Gozo del tiempo cuando estoy aquí, siento perderlo cuando me voy, hoy es el día de la partida, de la esa que anticipa un regreso, me hace feliz estar aqui.

domingo, 4 de abril de 2010

Hugo y Martina



Unos ojos impresinantemente abiertos miran hacia arriba, vienen acompañados de amplia sonrisa que deja escapar el sonido de la risa que sale de dentro, bien dentro, y es risa franca y ronca; los ojos miran al hombre solo y están en una cabecita de piel blanca que surge como nenufar abierto en la noche del fondo de una toalla envuelta, abrigando un cuerpecito de tres meses y pico de vida, ese que tanta dulzura da a una familia repleta de amor y cariño, a dos jóvenes padres que crean vida a partir de la humidad y sencillez, gente sana de tierras del Santo Reino antiguo y puerta de cultura, aceite, buen vino y tapas exquisitas.
Un precioso niño de nombre de letras francesas que tambien suelta la franqueza de su risa al soplarle la barriga en un juego donde el hombre solo se convierte en troll que se lo come entero; tres largos años ya en los que esta delicia de crio, parlanchín e inquieto llena las horas y agota a los responsables de su crianza.
Sábado de largos paseos que acaban envueltos en el olor de las glicinias del Jardín Botánico, entre cascadas de agua y magnolios en flor, junto a palmeras cubanas y jardines japoneses, a la orilla de un lago succionando el ácido de kumcuats cogidos a hurtadillas y despiste del jardinero de esta delicia malagueña, fruto del amor romántico de jóvenes ricos entregados a saber gozar y estar con sus amigos, habían creado hasta un pequeño edificio, "la escuelita", para atender a los niños de sus amigos cuando se venian temporadas a esta casa de descanso.
Se acaba la semana y el hombre solo se vuelve a quedar solo, tras la marcha de los ojillos grises que salen de la toalla envueltos en vida y alegría, llenando la casa de risas, llantos, saltos y miles de colores sobre dibujos de Bob esponja, arenita y Patricio... entre peluches de semillas de lino que se calientan para dormir al abrigo de las noches frescas que aun nos deja la primavera, entre tambores y olores a incienso, junto al mar y marineros guapos y altos que acompañan a la Soledad...
Unos dias más y el hombre marcha a Jaén para hacer más leve la despedida y disfrutar de un masaje en el spa jiennense, gozando los últimos días de gloria.
Son años ya desde que un alma partida, cuando la otra mitad se fué para siempre en lenta agonía de cáncer, dejando sin vida a un hombre cada día más solo y metido en sí, hermético como nadie; un hombre que encontró la sonrisa nueva entre amigos crecidos donde los olivos, bajo la sombra de un castillo hermoso y de unas gentes buenas, que se entregan a la amistad y te salvan la vida que te queda; años donde se ve crecer un amor, crear una familia, sentirte unido en fraternidad a los hermanos que se abren a ti, que aprenden a venirse a tu/su casa y gozar del azul del mar, de la sal de esta tierra y de la brisa, en ocasiones, tornada vendaval; amigos abriendo las puertas de su casa para tí, de su familia para tí, de su vida para tí, sin miedo a tí, sin negarte como otros hicieran y sin pensar que perjudicarles pudieras de algun modo, sabedores de que el cariño recíproco crece en ambos lados, por muy alejados que esos lados estén y por mucha tierra que se ponga de por medio.
Regreso de nuevo, en tiempo de resurrección a ese Jaén que me hizo nacer de nuevo entre lenguaje de manos y signos que me abrio a un mundo de gentes sanas, sin oscuros rincones ni inexplicables temores; a pasar horas junto a quien me supo escuchar en tiempo de penuria sentimental, de dolor de pérdidas y de esperanzas nacientes.
A mis pies Martina duerme dulces sueños sin pesadillas, dormir profundo que deja las manos, siempre inquietas, reposando sobre un osito de amor y un arlequín divertido. El hombre solo mira los primeros pasos en la vida de un ser delicioso y cuidado por el principe que ve peligrar su trono pero sabe querer a la rival, sabe que la niña que veía negra dentro de su madre y que ahora es blanca ni le quiere quitar nada y solo lo necesita; esa pequeña cabeza que nos rie y sale al mundo, recien bañada, con ojos abiertos y queriendo apropiárselo todo en una mirada, buscando nuestros brazos para ser alzada y reinar mejor su reino, busca el cariño que todos necesitamos, el mismo de siempre, la protección que una mano da y la seguridad que el simple roce de una piel cariñosa hace crecer en nuestro interior.
Doy gracias por ser afortunado, por poder sentirme acariciado y por sentir como mis seres cercanos suplen mis carencias, mis negares y mis miedos que los hay; me siento crecer aun como persona y me veo joven en el tiempo de un hombre que comienza a usar el bastón coqueto con más frecuencia y se queja de vez en cuando al levantarse, pero que sabe y quiere mantener su casa abierta al amor fraterno que dan sus gentes encontradas a lo largo de la vida.

jueves, 1 de abril de 2010

Días hermosos de azul turquesa en el mar y claros entre nubes blancas en el cielo, las calles huelen intensamente a azahar, los cirios son apagados a cada instante por la brisa de esta ciudad marinera y el tráfico es un caos entre miles de turistas y malagueños que han decidido hacer grande a esta Semana Santa de procesiones; aquellos que huimos en la ciudad buscando un rincón donde poder disfrutar del verdor de un parque, de la risa de los niños que hoy pueblan mi casa y de una buena compañía amiga junto a un libro de historia, nos la vemos y deseamos para tomar el autobús adecuado que no tenga que parar una hora y pico a que termine de pasar el último nazareno de Jesúa el Rico, o del Cautivo o de la Esperanza... El jardín botánico de la Concepción es un buen lugar para encontrar la tarde apacible que entre glicinias, en el cenador de los Marqueses de Loring, se hace llevadera y hermosa.
Allí, en casa, cambiando pañales y dando biberones, haciendo explorar de alegría barriguillas blancas que sacan la risa franca y fresca de un bebé, sembrando tréboles de cuatro hojas, mirando y casi tocando el olivo que va en procesión dando sombra a un Jesús en el prendimiento que pasa rozando mi terraza, junto a una taza de té que esconde vino espumoso para disimular la irreverencia cuando somos el objetivo de todas las miradas de la calle, entre risas y amigos, preparando la cena de un viernes santo donde vendrán a casa más amigos a ver salir la hermosa Piedad, mi vecina todo el año y que ahora sale a la calle si el tiempo no lo impide, que parece ser que no... es donde uno encuentra el cariño de la amistad, esa que es libre y libre te deja, la que se va fraguando a lo largo de los años, con los errores y los perdones, con las risas y los llantos, pero siempre con la mano tendida y dispuesta a sostenerte cuando te vas a caer.
Y es que quiero a mis amigos que lo son, soy querido por ellos y me siento bien, muy bien de ser feliz en soledad, dejando que mi libre albedrío lleve mi vida por donde place, encontrando alegrías y penas, encuentros y soledades, compañías y dichas que luego resultan vanas.
El sol parece haberse confabulado y nos regala paseos largos por parques frescos, repletos de una naturaleza que renace, como los objetivos vitales, como los niños recien nacidos y que crecen, como el mayor que me cuenta cuentos inventados al calor del cariño y la confianza en quien te protege, en quien sabes que te quiere bien y te deja libre para ser y crecer.
Y la vereda sigue por la playa de un hombre que mira por la ventana, entre jacintos que ya dejaron de florecer y tréboles que van naciendo.
La vida sigue y la casa se llena de alegría.
Regreso a la ciudad del Santo Reino por unos días y me refresco del calor humano que tanto añoro, a comer lentejas en el barrio de la Magdalena, a tomar vino en San Ildefonso y callejear por las calles antiguas de una ciudad que renace continuamente. Y es que cuesta tan poco ser feliz...¡¡¡





No puedo darte soluciones para todos tus problemas de la Vida,
no tengo respuestas para tus dudas o temores,
pero puedo escucharte y compartirlos contigo.

No puedo evitar que tropieces.
Solamente puedo ofrecerte mi mano
para que te sujetes y no caigas.

Tus alegrías, tus triunfos y tus éxitos no son míos.
Pero disfruto sinceramente cuando te veo feliz.

No juzgo las decisiones que tomás en la vida. Me limito a apoyarte, a estimularte y a ayudarte si me lo pides.

No puedo trazarte límites dentro de los cuales debes actuar,
pero sí te ofrezco el espacio necesario para crecer.

No puedo evitar tus sufrimientos cuanto alguna pena te parte el corazón, pero puedo llorar contigo y recoger los pedazos para armarlo de nuevo.

No puedo decirte quién eres ni quién deberías ser.

Solamente puedo quererte como eres y ser tu amigo.

En estos días pensé en mis amigos y amigas, y entre ellos apareciste tú.

No estabas arriba, ni abajo ni en medio. No encabezabas ni concluías la lista.

No eras el número uno ni el número final. Y tampoco tengo la pretensión de ser el primero, el segundo o el tercero de tu lista.

Basta que me quieras como amigo.

J.L.Borges

jueves, 25 de marzo de 2010



La lágrima infinita


¡Esa!... La que en el alma llevo oculta;
la que no salta afuera ni se expande
en la pupila; la que a nadie insulta
en un alarde de dolor: la grande,
la infinita, la muda, la sombría,
la terca, la traidora, la doliente
lágrima de dolor, lágrima mía,
que está clavada en mí profundamente!

La que no da una tregua ni un consuelo
de dulce sollozar. La que me hiere,
y me punza, y me obsede, y pone un velo
turbio en mis ojos; la que nunca muere
ni nace a flor de rostro; la que nunca
refrena su latir; la que no intenta
asomarse a la faz y queda trunca,
y hace la pena interminable y lenta...

Agua de un manantial que va en la sombra
Tortuosa de mi yo, tierra maldita
donde no nace planta ni se nombra
ningún nombre de amor...¡Esa infinita
lágrima de dolor, sorda y amarga
que llega hasta mis ojos y no fluye
en catarata ardiente; la que embarga
mi ser y en el silencio se diluye!...
Gota que cristaliza y se hace piedra,
dolor que se concreta y se resume;
planta parásita como la hiedra
que trepa al corazón y lo consume;
infinito dolor sin esperanza
de resolverse en líquido siquiera.
Invierno seco y duro que no alcanza
a trasformarse luego en primavera.
Nieve perpetua sin ningún deshielo;
polo desierto que en la ardiente entraña
anhela el húmedo calor del cielo,
que ni fertiliza ni lo baña.

Lágrima que no alivia la tortura
de los ojos cansados de infinito;
lágrima que no cura la amargura;
que no es queja, ni expresión, ni grito.
Cántaros secos, áridos, mis ojos;
páramos sin frescura ni rocío;
febricitantes de escrutar los rojos
límites, del espacio y del vacío...
¡Esa!... La que no llega, ni ha llegado,
ni llegará a los ojos nunca... ¡nunca!...
Mi lágrima tenaz que no ha mojado
el Sahara estéril de mi vida trunca,
¡Ésa... no la verás, porque en la calma
de mis angustias, se ha trocado en perla!
Para verla hace falta tener alma;
y tú, ¡no tienes alma para verla!...

Hilarión Cabrisas (1883-1939)

Poeta Cubano

jueves, 18 de marzo de 2010

Los puentes del alma



Los jacintos, los de siempre, los de cada año, esos que se guardan y plantan para la temporada nueva; jacintos malva, blancos, amarillos... que impregnan de olor la casa de un hombre solo que hace tiempo no lo dedica su quehacer a mirar por la ventana, que pasea por la calle limpia, donde las piedrecitas de un asfalto de años no se veían por falta de limpieza en las calles de Málaga, y ahora asoman, timidamente, su limpio blanco al pisar de un hombre que mira fachadas, tejados, rostros, cristales y casas nuevas con gentes nuevas que vienen a vivir la primavera potente que se asoma ya y nos trae alergias... Los jacintos, esos jacintos se abren y recuerdan a la memoria que va fallando de cuando en cuando y a los virus informáticos que gastan malas pasadas a un hombre que usa poco, ultimamente, internet, haciéndole perder toda la lista de contactos usados, que usa y que ya no sabia que existían, solo hasta verlos desaparecer por el gusano informático maldito... le recuerdan, decía, a su memoria, que vivió, que vive y que mañana seguirá viviendo, para volver a guardar los jacintos en secano y plantarlos en su época, para que florezcan otra primavera y pueblen de color y olor la terraza que se prepara para acoger las imágenes marianas de Semana Santa, esa que lleva sonando en tambores durante meses, hasta agotar la paciencia de un hombre solo y de muchos acompañados.
Entre luchas con la memoria el hombre sufre otro mazazo y se encuentra con la sorpresa de la marcha, cercana, pero marcha de un ser querido, lleno de sensibilidad, de arte, de saber hacer, de elegancia, de sentido común y de buena mala leche en ocasiones, que todo es necesario... alguien ganado en los ultimos tiempos, fiel, sincero y fiel, critico y fiel, mordaz y fiel, alguien bueno y fiel... alguien que merece ser estimado y respetado, alquien que provoca lágrimas en un lagrimar sin agua y que, aun estando cerca, se va lejos, se marcha a trabajar a otro despacho, de otro hospital, de otra área y de otras gentes; alguien a quien no veré pintar más, de quien conservo sus cuadros regalo y sus regalos en miradas, alguien que supo esperar para que yo entrara en su alma y que me abrio la puerta sin condiciones, así respondió, sin condiciones para siempre, con la verdad por delante y con la palabra oportuna a la hora de pedir disculpas.
Y es que las estaciones se confabulan en que cosas mueran y cosas nazcan, se empecinan es que el hombre solo suba a la ventana, mire que no llueva, pasee por un mar embravecido y que huele a mar, como al hombre le gusta, que expulsa ramas y árboles, cañas y barro, para verse limpio y recibir las pieles que buscan frescor, para volver a mirar cometas que vuelan un cielo azul y lo pueblan de verdes, amarillos, rojos y malvas... como los jacintos que huelen y renacen en la vida, siempre y continuamente regeneradora, de un hombre que no tiene miedo a dejar llorar el alma cuando el lagrimar no puede; de un hombre que regresa a su rincón cibernético, a pesar de virus y gusanos, a pesar de verse desnudo mañana en una pantalla de cristal, y pensar... ¿porque carajo me desnudo tanto?... y es que la cabra tira al monte, siempre gocé con el exibicionismo del ánimo.
¿Que hace aquí Marcel Marceau?... me conmovió siempre su mirada hacia un cielo al que hablaba, pidiendo explicaciones sobre la vida que pasaba a su alrededor y le mojaba.

sábado, 30 de enero de 2010

El cariño de un encuentro en la vida, momentos emocionantes



La vida repone, siempre repone; el tiempo va pasando y te quita cariños, descubre traiciones, desvela gentes que son lo que no aparentan y aparentan lo que no son... Entierra el alma, muy poquito, en soledades... y pone al lado, entre libros, risas frescas de amigos sinceros, de familia encontrada en la vida y que se hace tuya para siempre... a gentes nuevas que saben fundir en el alma del otro, esa que alguien quiso enterrar para siempre, pequeños momentos, regalos sencillos y dulzuras simples que hacen brotar en el invierno un hombre solo que no muere, renace.
Gracias Rosario, un regalo devuelto en otra forma y un detalle de Pascua eterna en corazones de alas canarias. Mil besos.