domingo, 26 de junio de 2011

Llegó el verano,anticipado, vacaciones, playa, sol, salida y entradas... mi casa patas arriba y mi familia elegida, la que el tiempo me hizo poner en mi vida, esa familia prestada y encontrada en la fortuna vital de este hombre solo, me cambia la vida, hace esconder los libros y sacar otros para vivirlos como juegos, ver museos y hacer descubrir a un niño el goce de mirar arte, de escuchar música y meter el ritmo en el cuerpo, de conocer mundos distintos en las historias que el hombre solo cuenta, de reir tras llorar y esconderse tras las puertas para ser encontrado y lanzar una sonrisa, poner por zarcillos (pendientes) una guindas y jugar con la comida sabiendo que está buena, gozar del fresquito que entra por la ventana y mirar dos caras extasiadas ante el pc escuchando a Debussy mientras Bob Esponja hace de su inocencia nuestro despertar cada día, rodeados de tostadas con aceite y tomate, biberones y cola cao, pañales y desnudos colectivos corriendo por el pasillo, zancadas que da el alma hasta caer rendida en la cama... Me gusta querer, ser querido y que un niño te diga por el pasillo, a gritos, sin venir a cuento y de manera expontánea, mientras vamos a dar una paseo... Andrés, te quiero mucho.
Gracias vida, gracias.






sábado, 11 de junio de 2011

Huele a verano

Va llegando el calor, se acercan momentos donde mi casa se llene de gritos, carreras, juguetes, mil artilujios para la playa y risas... muchas risas, cariño y alguna que otra llantina; se apoderan de mi tranquilidad y solidad, me dejo robar por unos días y me dejo llevar al eterno juego de la vida. Mañana iré a ver si los lotos ya florecieron en el Jardín de la Concepción, leeré en algun banco a la sombra, dejaré que pasen las horas sin enterarme y seguiré pensando que soy feliz.